Como madre o padre que eres, has pasado y seguirás pasando por etapas en las que tus hij@s están irritables, no quieren escuchar, no quieren razonar, contestan de forma déspota y el ego invade cada célula de su cuerpo ¿Qué haces en esos momentos? ¿Gritas que ya está bien? ¿Golpeas algo o a alguien? ¿Te funciona? ¿Consigues con esa actitud que tu/s hij@/s cambien su comportamiento? ¿Y tú, cómo te sientes después de ese estallido de ira?
Es imposible controlar los sentimientos y actitudes de nuestr@s hij@s, de hecho, no es favorable para su buen desarrollo.
Ell@s también pasan por etapas donde les es difícil saber actuar, cambios en las relaciones con sus compañer@s de colegio, asignaturas que se complican y requieren de un mayor esfuerzo y concentración de estudio, hormonas que aparecen y comienzan a cambiar considerablemente su aspecto físico....
Varios pueden ser los factores que estén produciendo una irritabilidad en tus hij@s. Y eso tú no lo puedes evitar. Forma parte del aprendizaje del ser humano.
Lo mejor en estos casos, además de dedicar horas al dialogo para facilitar la comprensión del porqué de esa actitud, acompaña este dialogo con masajes.
Un buen masaje en la espalda, elimina tensiones. Mientras hablas tranquilamente con tu hij@ y preguntas sobre el porqué de su irritabilidad, puedes realizar un masaje en su espalda. O si no os apetece mezclar dialogo y masaje, puedes utilizarlo después de la conversación como medio para hacer las paces y demostraros vuestro cariño. Entender que todos estamos aprendiendo, hij@s y m/padres juntos en el mismo barco.
Utilizar el masaje en vuestro día a día como forma de eliminar tensiones y demostraros el afecto físico, es una terapia fabulosa que estrecha los vínculos y lima asperezas.
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