miércoles, 24 de agosto de 2011

Valoración del juego PLAYTER por el Centro de estudios Malcolm Boodhoo.

El juego se ha utilizado entre el 24 de Junio y el 20 de Julio, con alumnos de primaria con edades diferentes, en el Centro de Estudios Malcolm Boodhoo.


El uso del juego es muy sencillo. A priori y leyendo la explicación, puede parecer algo complicado; sobre todo con alumnos de último curso de Educación Infantil o de Primer Ciclo de Educación Primaria.
La experiencia que hemos tenido en la escuela de verano ha sido muy satisfactoria en este sentido, ya que el grupo cronológicamente hablando era muy heterogéneo.
Esto es muy interesante, ya que los más mayores (último ciclo de Educación Primaria) toman la iniciativa y explican a los más pequeños cuál es la dinámica del juego.
Cuando empiezan a jugar surgen las típicas dudas iniciales como ¿qué tengo que hacer cuando caigo en una casilla gris?, ¿Cuánto tiempo tengo para hacer esta prueba?, ¿El globo tiene que estar hinchado antes de contar el tiempo o cuando empiezo a cronometrar tengo que hincharlo? Y etc. 
Esto puede llevar a la confusión pero, como el manual del juego está muy bien organizado, aprovechamos estas dudas para que algún alumno más mayor modere el juego. 
Puede parecer que así se pierda el tiempo, pero es muy bueno que ellos mismos exploren las normas del juego y se las comuniquen a los demás. Con esto, trabajan la expresión oral y la síntesis de información y sus dotes comunicativas.


Las tarjetas que se utilizan son de cuatro tipos, explicaremos una a  una:
Tarjetas moradas: En el juego se las llama con el nombre de "Risoterapia" y son las más lúdicas de todas. Son las que más suelen gustar a los más pequeños y son muy sencillas de realizar. Suelen requerir otros materiales como globos o pañuelos, que van incorporados en el juego y consisten básicamente en actividades colaborativas que implican destrezas como el equilibrio, la capacidad visomotriz y locomotriz, la capacidad cinestésica, la orientación espacial, etc. Por otra parte, también se trabajan otros aspectos como los masajes vistos como contacto y conocimiento del otro.
Tarjetas amarillas: Son muy originales y prácticas, ya que se plantean situaciones cotidianas que le pueden pasar a cualquiera y que muchas veces no sabes cómo resolverlas. Las preguntas que se formulan son de resolución de problemas. En cada cuestión se suele plantear tres posibles soluciones. A veces, eliges una y, otras veces, pueden haber dos opciones correctas. Esta variante hace que los niños se concentren en la posible solución y que se fijen en las posibles consecuencias de escoger una u otra.
Trabajan el razonamiento, ya que hay que reflexionar y descartar cada opción.
Tarjetas verdes: Son las más meramente conceptuales, pero pueden ser contestadas por alumnos de varias edades. Con estas trabajamos contenidos de toda la etapa de educación primaria y, además, el respeto por el turno de palabra y la escucha a los demás, así como la capacidad empática, imprescindible para poder escuchar al otro y contestar en concordancia.
Tarjetas naranjas: Estas son las más difíciles y se trabajan aspectos cognitivos como la atención y la memoria de una forma muy sencilla. Los niños lo toman como un reto.


Por último, cabe recalcar que PLAYTER es un juego de indudable valor pedagógico y que centra su atención en competencias, contenidos y aspectos importantes, los cuales, el currículum ordinario no puede satisfacer de una forma eficaz al, evidentemente, tener que centrarse en otros aspectos no de menor importancia que PLAYTER.
Por lo tanto, se podría considerar que PLAYTER es un buen complemento para que los alumnos de educación primaria terminen su etapa con un aprendizaje más integral y completo.


CEMB Centro de Estudios Malcom Boodho. Valencia (Spain)
Mario Ruíz Valero (Coordinador de Primaria)


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